1/04/2008

Relato Romántico

Recuerdo cuando de mi boca emergía un hedor de padre y señor mío, y de la tuya, regalabas un vaho a flores en franca descomposición, lo recuerdo. Nos amábamos de una manera tan pura, tan simple, y en medio de esta nebulosa feliz, nos besábamos, y como por arte de magia desaparecían nuestros alientos poco finos.